Actualmente el Parlamento británico se
encuentra dividido en dos grandes estructuras políticas; la coalición
gobernante formada por los conservadores de David Cameron y los liberal-demócratas
de Nick Clegg, y una fuerte oposición
liderada actualmente por el Partido laborista y éste, por Ed Miliband.
La presente noticia hace referencia a
la pasada sesión plenaria de la Cambra de los Comunes del día 31 de Enero. En
ésta, David Cameron comparecía delante del Parlamento para explicar el por qué
de su veto a los distintos acuerdos adoptados en la Cimera de Bruselas de la
semana anterior sobre un nuevo pacto fiscal europeo. Las principales
alegaciones de Cameron fueron que los nuevos acuerdos propuestos no defendían
los intereses nacionales del Reino Unido, que los británicos están interesados
en un mercado único y fuerte, y que pese a que el Reino Unido haya vetado el pacto
fiscal, éste continuaba siendo miembro de plenos derechos de la Unión.
Básicamente el Reino Unido, bajo el mandato del Primer ministro británico
conservador David Cameron, veto el proyecto porque éste no acepto en su seno
las salvaguardas que se pedían para la City.
Frente a esta situación, el líder de
la oposición laborista, Ed Miliband, acusó al Primer ministro de no proteger
los intereses del Reino Unido y consecuentemente a los británicos, y de dejar al Reino Unido aislado
retrayéndole la salva vanguardia de sus intereses propios de partido. Esta
decisión causó también, divergencias en el sí de la coalición gubernamental,
hecho que se demostró con la ausencia del Viceprimero ministro y líder de los liberal-demócratas;
Nick Clegg en dicha sesión plenaria.
Podemos analizar el gran éxito del
partido laborista también hoy en día cuando observamos el gran trabajo que éste
desempeña como oposición al Partido gubernamental liderado por Cameron. Además
podemos hacer referencia también a la continua defensa, por parte del líder del
Partido laborista, que ejerce la oposición como método de reclamo de los
intereses/valores de los ciudadanos británicos con un estatus medio-bajo,
sobretodo como a método de reclamo de la disminución de las diferencias entre
los antiguos “burgueses y el proletariado” (actuales ricos y pobres) aun
teniendo en cuenta, eso sí, de la ampliación de la toma de conciencia de la
pertinencia a la clase media por gran número de ciudadanos.
Es indiscutible la capacidad del
Partido laborista para adaptarse contextualmente a la situación sin olvidar los
valores que éste mismo partido respalda. Quizás la falta de un dogmatismo
inspirador en sus orígenes es la clave para ésta flexibilidad tan característica,
que juntamente con líderes tan carismáticos y fácilmente definidos como
izquierdistas hacen indiscutible el constante éxito de dicho partido.
El líder laborista acusa a Cameron de no defender los intereses británicos, European Pressphoto Agency, 31 enero 2012. Agencia EFE
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